El overbooking es una práctica realizada por las compañías desde hace muchos años, aunque denunciada en algunas ocasiones e inmoral, las compañías especialmente de bajo coste (como WizzAir) han seguido realizando esta práctica con el fin de llenar los aviones.
Vuelo y overbooking
El vuelo afectado por este lamentable episodio ha sido el W4 3216 entre el aeropuerto de Sandefjord Torp en Oslo (Noruega) y el aeropuerto de Otopeni, en Bucarest (Rumanía) de pasado jueves 27 de julio. El avión para ese vuelo era el Airbus A320 con matrícula 9H-WBJ de la filial maltesa de la compañía de bajo coste, con una configuración interior de una única clase con 180 asientos en economy.
El problema fue que en la puerta de embarque se presentaron 183 personas y, curiosamente, todas ellas accedieron al avión, por supuesto con su pasaje válido. Una vez que se dieron cuenta del overbooking, ya a bordo del avión, la tripulación preguntó a los pasajero que no habían llegado a sentarse si aceptaban una compensación económica, alojamiento y recolocación en otro vuelo que saldría desde la capital noruega dos días después.
Dos de los pasajeros aceptaron y fueron desembarcados del avión a voluntad propia. Pero la tercera persona que no consiguió asiento, un hombre rumano de 60 años, se negó a desembarcar del avión y exigió a la compañía que lo llevara a Bucarest, mostrando su tarjeta de embarque completamente válida.
Escándalo a bordo del A320 de WizzAir
El ambiente tardó poco tiempo en calentarse y los pasajeros ya sentados empezaron a increpar e insultar al hombre que no quería abandonar el avión, que a su vez estaba discutiendo y gritando a la tripulación.
Finalmente desde el avión se llamó a la policía del aeropuerto, que procedió a desalojar por la fuerza a este pasajero. Lo curioso es que durante el altercado, otras dos personas que viajaban juntas se ofrecieron a abandonar sus asientos a cambio de la misma indemnización que se les ofreció a los dos pasajeros que ya habían bajado, pero la compañía se negó completamente a esta posibilidad. Probablemente porque no quería pagar una indemnización de más.
La indemnización es de 400€ por persona para este trayecto, según marca la normativa vigente, además del alojamiento y la recolocación en un vuelo inmediatamente posterior.
Finalmente desconocemos si esta persona ha sido compensada por lo sufrido a bordo del A320 de WizzAir, el vuelo tenía hora de salida a las 20:55 el jueves y acabó saliendo a las 00:33 del viernes 28 de julio, llegando a la capital rumana poco antes de las 4 de la mañana, con un retraso de 3 horas.
¿Debería prohibirse el overbooking?
Curiosamente esta práctica es legal para las aerolíneas y consiste en vender unas pocas plazas más de las que tiene el avión confiando en que no todos los pasajeros se presenten a la puerta de embarque. En el caso de este vuelo de WizzAir, si el avión tiene 180 plazas, probablemente la compañía habrá sacado a la venta 185 billetes. El problema viene cuando se presentan todos los pasajeros, pues todos tienen derecho a volar y en caso de no aceptar la indemnización legal, tienen que ser sacados a la fuerza.
Pero, mientras las aerolíneas abogan que el skiplagging es ilegal y piden su ilegalización tal y como os hemos contado en este artículo, siguen realizando esta práctica poco ética que tiene como objetivo final simplemente rellenar todas las plazas posibles del avión.
¿Debería prohibirse por ley el overbooking en los aviones? O, al menos, ¿debería limitarse el uso de esta técnica en temporadas de alta demanda?