La compañía carguera Western Global ha emitido un comunicado en el que anuncia que se acoge al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos para protegerse de la bancarrota.
Western Global: un crecimiento asombroso
La compañía Western Global Airlines LLC fue fundada hace solo 10 años, el 6 de marzo del 2013 y comenzó a volar un año después, el 1 de agosto de 2014. Su sede fiscal está en Estero (Florida) pero utiliza el aeropuerto de Fort Myers como base principal. Los primeros vuelos los realizó con los MD-11F y un año más tarde comenzaron las operaciones con los B747.
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Apenas 4 años después de su fundación, en 2018, la compañía inauguró un enorme centro de mantenimiento de aeronaves de 15.000 m2 en Shreveport, Luisiana, capaz de albergar a la vez a varios aviones pesados y de realizar todos los mantenimientos necesarios a la flota de la compañía y a otras que contraten sus servicios.
La flota actual de la compañía se compone de 21 aviones, siendo el MD-11F el más numeroso con 17 unidades, aunque actualmente solo hay 4 activas y 13 almacenadas. La aerolínea también opera 4 Boeing B747-400 cargueros, estando 3 activos y uno almacenado de momento.
Actividad de la aerolínea
La aerolínea ha sabido diversificar su actividad ya desde el comienzo de sus actividades, pues además de vuelos cargueros, también se dedican al wet-leasing de aeronaves (alquiler de avión con tripulación), vuelos chárter y también vuelos chárter militares, habiendo conseguido numerosos contratos de transporte de carga militar especialmente con el gobierno norteamericano.
Sin embargo, ahora la compañía parece no estar pasando por su mejor momento, pues el pasado 7 de agosto se ha acogido oficialmente al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos. Este hecho permite que un tribunal proteja a la compañía mientras esta reestructura su deuda y negocia con sus acreedores. Mientras este proceso (que suele ser largo) es llevado a cabo, la compañía puede seguir desempeñando su actividad habitual, lo que evita que acumule más deudas que no puede satisfacer.
La deuda actual de la compañía ronda los mil millones de dólares, mientras que la aerolínea dispone de unos activos valorados de unos 500 millones. Está previsto que la compañía reciba una asistencia de 77 millones de dólares de los acreedores y que el proceso reestructure otros 450 millones de deuda de la aerolínea, lo que le permitiría salvarse de la quiebra y continuar con sus operaciones normales. Esperemos que así sea.