En diciembre del año 2022 se encontró en el tren de aterrizaje de un 737 de TUI el cadáver de un hombre. Ahora la investigación se ha cerrado sin resultados, más de un año después.
Un hombre en el tren de aterrizaje de un 737 de TUI
Por desgracia el caso del 737 de TUI no es nuevo. A lo largo de la historia se ha repetido muchas veces este tipo de incidentes y por desgracia la inmensa mayoría de los casos acaba con el fallecimiento del polizón, al no poder soportar las bajas temperaturas y la falta de oxígeno. Recordemos que el compartimento del tren de aterrizaje de es una zona del avión que no está ni presurizada ni calefactada y en la cual el espacio es muy pequeño, pudiendo sufrir heridas e incluso aplastamiento por los mecanismos del propio tren.
El caso que nos ocupa ocurrió el 7 de diciembre del año 2022. Un Boeing 737 MAX 8 de TUI había llegado al aeropuerto Gatwick de Londres procedente de la capital de Gambia, Banjul. El vuelo se había desarrollado sin incidentes, pero después del aterrizaje un empleado de la aerolínea encontró a un hombre en el tren de aterrizaje, aparentemente congelado y sin poder moverse.
Las autoridades acudieron rápidamente al avión de TUI pero no pudieron hacer más que certificar la muerte de esta persona, de entre 20 y 30 años. Cabe decir que el vuelo entre Banjul y Gatwick dura aproximadamente 6 horas y media durante las cuales se cubre una distancia de más de 4.400 kilómetros.
Una investigación infructuosa
Inmediatamente después del descubrimiento se inició una investigación que comenzó con un interrogatorio a la tripulación del avión de TUI. El capitán, el encargado de la revisión exterior en ese vuelo, dijo que no había visto nada durante su inspección por lo que es de suponer que esta persona se coló en el avión en algún momento después de la inspección y antes del despegue.
Medio año después, en junio de 2023, la policía de Sussex difundió un retrato robot del hombre solicitando la colaboración pública. Dicha difusión se realizó con la colaboración de la embajada de Gambia. Sin embargo, nadie respondió a la llamada de las autoridades y el hombre nunca fue identificado. En una vista celebrada recientemente en un juzgado londinense, se ha cerrado de forma oficial el caso, si bien se ha dejado claro que podría reabrirse en caso de que surgieran nuevas pistas.
Y es que volar de polizón en un avión garantiza casi al 100% el fracaso con unas condiciones que no son compatibles con la vida humana y menos aún durante un periodo tan prolongado de tiempo como en el caso de este vuelo.