Singapur mejorará sus fuerzas aéreas mediante un nuevo pedido del F-35, pero esta vez será sobre la versión “básica” de aterrizaje convencional, el F-35A.
Primero el F-35B
En 2019, Singapur ya realizó un pedido por el F-35, solo que en aquella ocasión se decantaron por la versión B. El argumento utilizado para realizar dicho pedido fue que Singapur no dispone de muchos aeropuertos y zonas donde los aviones pudieran operar, por lo que un avión de aterrizaje vertical y despegue corto podría ser muy útil para la pequeña ciudad – estado.
Ese pedido original constaba de 4 unidades en firme y opciones por otras 8 unidades más que probablemente al final serán ejecutadas, añadiéndose a la cartera de pedidos de Lockheed Martin. Los cuatro aviones pedidos en firme serán entregados en el año 2026 y los 8 restantes (en caso de formalizarse el pedido, claro está) serían entregados a partir del año 2028.
Singapur ahora también quiere el F-35A
Al parecer en el pasado Singapore Air Show, se han estado llevando a cabo negociaciones entre Lockheed Martin y representantes del gobierno de Singapur, más en concreto con el ministro de Defensa Ng Eng Hen. El político ha asegurado que los F-35A serán perfectos para sustituir a los F-16 actualmente en uso en la fuerza aérea.
Por supuesto antes de realizar cualquier pedido, esta hipotética compra tiene que pasar todos los filtros y conseguir la aprobación del parlamento, algo que podría ocurrir para antes de que acabe el año. El Ministro de Defensa ha declarado el F-35A tiene unas capacidades superiores respecto al F-35B, dado que la versión de aterrizaje convencional puede cargar más armamento y aún así tener más autonomía.
Si finalmente se da luz verde al pedido, caben dos posibilidades a la hora de ejecutar un pedido (que al parecer sería de 8 unidades): la primera posibilidad sería sustituir los 8 F-35B restantes por la versión A y ejecutar esas opciones de compra, por lo que se recibirían los aviones en 2028. La otra opción es realizar un pedido aparte, aunque en este caso las primeras entregas se retrasarían hasta el año 2030.